La mañana
siguiente…
- ¿Eh? ¿Estado soñando? – Se pregunto la chica
quien recién estaba despertando – no, efectivamente estoy en este lugar… Dormí
aquí toda la noche ¿Y porque diantres abre llegado a este mundo? Mmm… No
entiendo nada – Akari estaba tan absorta en sus cuestionamientos hasta que de
repente sintió un ligero mareo – Uf… siento nauseas… No me encuentro bien… Eso
a de ser falta de sueño – al final decidió volver a dormir en la cama de paja
en la que se encontraba.
Después de
unas horas Akari volvió a despertar, miro a su alrededor… seguía donde mismo:
-
¡Vaya!... – se estiro un poco la recién despertada - ¡Ahora si me siento mejor!
Todavía sigo aquí si… - de repente recordó lo de ayer – ¡Oh! Cierto. Ese chico…
¿No era Echizen? Quedamos en que me ayudaría ¿Qué estará haciendo Echizen? Será
mejor que salga a ver si lo veo
Se dirigió
a la puerta y apenas la abrió se sorprendió, Ryoma se encontraba durmiendo
sentado apoyado en el buzón. Después de unos minutos al darse cuenta que no se
despertaría solo, fue y golpeo el buzón con una rama:
-
¡¿Qué?!
– Grito alterado despertándose al escuchar el golpe tan fuerte – Ah… tu. ¿Por
qué has hecho eso?
-
Es
que estabas durmiendo y no sabia de que otra forma despertarte… lo siento, pero
¿Por qué estas durmiendo aquí? – pregunto sentándose al lado de Ryoma en vista
de que este no se levantaría aun de donde estaba –
-
No
podía dormir bien en mi casa y a la hora que llegue tú aun dormías así que me
quede esperando aquí afuera y me quede dormido – después de un breve silencio
Ryoma continuo – en fin… - se levanto – ¿y como empezaremos?
-
He
estado pensando en eso… pero no se me ocurre nada – dijo intentando reírse a lo
que Ryoma respondió con una mirada de “Eres una idiota” – Pe-perdón… - también
se levanto pero de repente sin querer cayo hacia delante, Ryoma alcanzo a
atraparla antes que cayera –
-
Oye,
¿Qué te ocurre? – aun la sujetaba pues no parecía que pudiese sostenerse sola –
-
No
me siento bien… - la pobre chica perdió el conocimiento en los brazos de su
acompañante - … Ryo…ma…
-
¡Oye!
¡Reacciona! ¡Oye! – no importa que tan fuerte le gritara, ella no reaccionaba –
maldición … - llevo a Akari dentro de la casa y la dejo tendida en su cama –
Mientras
Ryoma esperaba que su compañera reaccionara, ella estaba en un sueño profundo,
no veía nada, estaba en un lugar vacío rodeada de una luz verde brillante:
-
…
¿Dónde…? ¿Dónde estoy? Quizá… ¿Estoy soñando? – De repente, de entre la luz,
pudo figurar una silueta de alguien más - ¿Qué? Aquí hay alguien más. ¿Quién
eres? ¿Te conozco? – pero la silueta desapareció – Vaya, no consigo acordarme …
Al
despertar, sintió un ligero sentimiento de nostalgia, Ryoma que se encontraba
sentado y tendido en la mesa de tronco que había no se percato de que Akari ya
había despertado.
-
“Creo
que he tenido un sueño… no recuerdo de que se trataba con exactitud” – se quedo
mirando el techo un rato hasta que se sentó, al hacer esto hizo que Ryoma se
diera cuenta que ya había despertado –
-
Eh?
Al fin despiertas, se te da bien dormir mucho ¿no? – dijo con tono de broma el
chico –
-
Ah…
Echizen, hola… lo lamento, no se que me paso – se restregó un poco los ojos y
se levanto –
-
¿Puedes
sostenerte sola? No será que te vuelvas a caer…
-
Claro…
ya me siento mejor, solo necesitaba dormir – de repente su estomago sonó
clamando comida - …bueno… y creo que
puede ser el hambre – se sintió un poco avergonzada por eso, aunque de todas
formas ya llevaba un día sin comer algo consistente –
-
Hum…
vamos – el chico rápidamente se puso en marcha –
-
¿A-a
donde? – pregunto yendo detrás de el –
-
Pues
a comprar, no se de donde pretendes sacar comida… - al decir esto, Akari
recordó que traía un baya consigo –
-
Pero,
si tengo comida – saco la baya rosada de su bolsillo – mira, la saque de
nuestra misión de rescate
-
¿Estas
bromeando? ¿Realmente pretendes sobrevivir con una baya? – le dijo de manera
que sonó cruel –
-
Bueno…
solo decía, es que no tengo dinero… - al decir eso, Ryoma le lanzo una bolsa
pequeño que pesaba un poco – ah? Esto… son las monedas que encontramos también
esa vez
-
¿Ya
las recordaste? Entonces vamos – y volvió a ponerse en marcha –
Llegaron a
un pequeño pueblo cercano a la base en la que se encontraba viviendo Akari,
Ryoma le mostró donde se encontraban las tiendas, el banco, también la llevo a
un estanque donde comieron algunas cosas que compraron con el dinero que
traían. Pasaron gran parte del día paseando, Ryoma le mostró los diferentes
lugares que rodeaban la aldea, y a pesar de que Akari se sentía a gusto, se vio
en la “obligación” de detener un poco su paseo con Ryoma:
-
Echizen,
¿Te puedo pedir un favor? – le dijo con tono de ruego al chico, haciendo que
este sintiera desconfianza de la petición que le harían –
-
¿Que
cosa? – en el fondo el sabia que le iba a pedir y ya tenia una respuesta
preparada –
-
¿Puedes
mostrarme donde vives? – y apenas termino su pregunto el respondió
-
No
-
¿Por
qué no? – replico la pelirroja
-
Porque
no hay necesidad de que sepas – se excuso
-
¿Y
si me pasa algo? ¿Y si tengo que huir a alguna parte? ¿Y si te necesito y tu
estas en tu casa? – finalmente el chico solo sonrío engreídamente –
-
Para
cuando me necesites, yo ya estaré a tu lado – claramente el debía tener una
buen razón si no quería llevarla a su casa, así que dejo de insistir –
-
Esta
bien, si tú lo dices…
Pasaron la
tarde paseando de aquí para allá, ninguno de los dos entablo un tema de
conversación concreto, pero para ambos estaba bien así. Una vez se hizo tarde,
Ryoma dejo a Akari en la base y se marcho a su casa, quedaron en que se verían
mañana temprano. Por la noche, Akari volvió a tener el mismo sueño de la mañana
pero ahora un poco más claro:
-
…
¿Un sueño? ¿Estoy soñando de nuevo? – La silueta se volvió a avistar – es esa
persona de nuevo… - la silueta comenzó a hablarle de manera poco clara - ¿Qué?
No puedo oír con claridad… - de repente empezó a temblar haciendo que la
silueta desapareciera – Un temblor… ¡Un Terremoto! ¡Esta empeorando! Parece ser
un sueño, pero se siente muy real… - una vez que el temblor se detuvo la
silueta reapareció, sin embargo ahora si se distinguía, era un chico de
cabellos dorados y largos, de piel mas menos oscura y ojos plateados – Esa
persona… ¿Quién será?... ¿Qué? Ahora oigo con más claridad lo que dice…
-
Tu…
mundo… - se oía muy entrecortado –
-
¿Cómo?
¿Qué ocurre con mi mundo? – pregunto algo alterada –
-
…
Tu papel… en este mundo …
-
¿Mi
papel? – la silueta comenzó a desaparecer – Es…espera. Por favor, ¡dime más!...
Oh vaya… Se va…- Al abrir los ojos, Ryoma estaba sentado comiendo unas bayas en
la mesa de tronco –
-
Ah,
despertaste, Buenos días Koizumi, si que duermes mucho – al verle la cara de
preocupación suspiro y le pregunto - ¿Qué? ¿Has tenido un mal sueño?
-
No…
solo, he tenido sueños extraños… - dijo la chica con un aire de preocupación –
-
¿En
serio? ¿Has tenido sueños extraños? Dime, ¿Qué tenían de extraños exactamente?
-
Veras,
solo consigo ver la silueta de una persona que no recuerdo haber visto antes…
apenas le oigo… recuerdo que dijo algo de un papel, algo de este mundo… No se a
que se refiere exactamente…
-
Mmm…
Koizumi, dijiste que en realidad no eres de esta época ¿verdad? De seguro esos
sueños deben estar relacionados con el hecho de que has llegado aquí – de
repente el chico miro algo extrañado la baya que se comía -
-
¿Qué
ocurre Echizen? – pregunto al ver la cara de concentración de este –
-
Koizumi,
¿Qué prefieres tu? ¿Quieres volver a tu época? – al preguntar esto la chica
quedo desconcertada –
-
“Es
cierto…No lo he pensado mucho, pero… ¿Quiero volver de donde vengo?”… La
verdad… no lo se – Mas curiosidad tenia de saber como había llegado, no había
pensado que tendría que marcharse de aquí –
-
Oh…
- al oír eso, el chico sonrío – Bueno, esta claro que quedarte aquí conmigo es
mucho mejor – esto provoco un leve sonrojo en la chica – Bueno, tengo que hacer
algunos recados, ¿me acompañas? Debo ir a dejar unas cosas que me paso mi padre
-
Claro…
- Ella sabia que no era precisamente por el la razón por la cual dudaba volver,
si no que como no recordaba nada no sabia que clase de vida llevaba en su
época, en su mundo. Sin embargo, si estaba segura de algo, era que se sentía
bien con su nueva vida, tal vez si era gracias a Ryoma pero aun así, no quería
darle todo el crédito.
Caminaron
hasta el centro de la ciudad, se dirigieron hasta una casa que quedaba cerca
del banco, Ryoma llamo a la puerta, de la casa salió una mujer mayor, tenía una
apariencia dura pero sonaba muy amable cuando hablo con Ryoma:
-
Hola
Ryoma ¿Cómo has estado? ¿Qué te ha traído por aquí? – la mujer hablaba de
manera muy familiar con Ryoma, dando a entender que ya se conocían de antes –
-
Mi
padre me ha dicho que le entregue esto Ryuuzaki-san – del gran pañuelo que
traía de bolso que traía saco unas cartas y se las entrego a Ryuuzaki-san –
-
Muchas
gracias, dale mis saludos a Nanjiroh de mi parte –
-
Disculpe,
pero… ¿se refiere al padre de Echizen? – pregunto Akari acercándose a la mujer
–
-
¿Eh?
¿Quién es esta jovencita? ¿Cuál es tu nombre? – Lo pregunto muy curioso cosa
que incomodo a Ryoma –
-
Perdón,
no me he presentado… Soy Koizumi Akari, un gusto conocerle – hizo un reverencia
la presentarse –
-
¿Eres
pariente de Ryoma o algo así? – iba a responder pero Ryoma se le adelanto –
-
Si,
es una pariente lejana, bueno… debemos irnos – se puso en marcha rápidamente – Adiós
-
¡A-Ah!
¡Echizen espera! Nos vemos Ryuuzaki-san – apenas alcanzo a Ryoma la mujer le
grito –
-
Si,
Nanjiroh es el padre de Ryoma, no se olviden de saludarlo de mi parte
-
¡Gracias!
– grito la chica y siguió a su compañero –
-
…Si
realmente fuera su pariente, sabría perfectamente quien es su padre y mucho
menos le diría “Echizen” … pero no soy quien para cuestionar su comportamiento
– se dijo a si misma la mujer –
Akari le
iba a preguntar a Ryoma porque había dicho eso cuando de repente vieron que
algo ocurría en el centro del pueblo, había una niña rogándole algo a un señor
que estaba seguido de dos personas más –
-
¿Qué
esta pasando? – Pregunto Ryoma al ver la escena que tenia la niña – Están todos
muy alborotados…
-
Necesito
que ayuden a mi hermana Kurumi ¡Por favor! – la niña lucia muy desesperada sin
embargo eso no parecía importarle al señor a quien le pedía ayuda –
-
Olvídalo,
no vale la pena trabajar por tan poca recompensa – aquel hombre no parecía que
fuese a cambiar de opinión –
-
¡Pero
si mi hermana necesita ayuda! ¡Por favor! – suplicaba la pobre –
-
¿Sabes
que es lo que pasa? – le pregunto Akari a un chico que estaba cerca –
-
¿Cómo?
¿Quieres saber que es lo que pasa? Pues esa chica llamada Narumi, necesita que
salven a su hermana que esta atrapada entre unas rocas, pero nadie se ofrece…
¿Veis a ese tipo de ahí? El de ahí en medio de gafas, es Yagyuu Hiroshi y es
líder de un equipo de rescate, junto a el se encuentran el chico que se hace
llamar genio Marui y su amigo Jackal. Sin embargo ellos solo obedecen a Yagyuu,
y el no se pondrá a trabajar a menos que le paguen una buena recompensa. Narumi
ha estado rogando ayuda, pero nada… Me da pena esa pobre chica
-
¡Espera!
– sonó un grito desconocido dirigido a Yagyuu –
-
¿Q-que
quieres? – pregunto alterado Yagyuu al ver al chico alto de gafas que se le
acerba también seguido de otros dos –
-
¡Mirad,
es Tezuka! – decían algunos - ¡¿Ese es Tezuka?!
-
Eres
muy egoísta ¿no crees? – le dijo Tezuka a Yagyuu – para sacar a su hermana solo
basta con que alguien rompa las piedras que la atraparon, tú posees las
habilidades para cortarlas sin problemas con tus espadas. Te seria muy fácil.
Ayuda a esa niña
-
Grr…
Vale, lo haremos…- finalmente Yagyuu acepto al ver que todos le miraban de mala
forma y partió con su equipo
-
¿Y
ellos quienes son? – pregunto Ryoma con un tono molesto –
-
¡¿Qué?!
¡¿No los conoces?! – le pregunto alterado el chico – Son el equipo de Tezuka,
son el equipo de rescatadores mas famosos de por aquí – señalo a uno de cabello
oscuro corto y gafas – ese de allí es Inui Sadaharu, es un sabelotodo, no hay
nada de lo que no tenga datos – después señalo a uno también de cabello negro y
ojos verdes – el es Oishi Shuushiro tiene un autocontrol y calma impresionante
así como una gran resistencia – y por ultimo señalo a Tezuka – el es Tezuka
Kunimitsu, tiene un poder mental impresionante así como un gran coeficiente
intelectual. El es quien dirige al equipo, es un jefe indiscutible –
-
Gra-gracias…
- le dijo la pequeña niña a Tezuka –
-
No
tienes que agradecer, cuídate – la niña se hizo a un lado dejando pasar a los
tres del grupo, todos le abrieron el paso, sin embargo unos pasos mas allá de
Akari se detuvo y volteo a verla - …
-
¡Eh!
¿Qué pasa? – pregunto asustado el chico al ver que Tezuka miraba donde se
encontraban ellos –
-
¿Qué
ocurre, Tezuka? – le pregunto Inui –
-
Nada,
no pasa nada – respondió Tezuka retomando su camino – Vámonos – y se marcharon…
-
Eso
me asusto… - suspiro el pobre chico – a todo esto, ¿Ustedes quienes son?
-
Ah,
yo soy Koizumi Akari y el Echizen Ryoma
-
Hola…
- saludo Ryoma sin animo alguno –
-
Hola,
yo soy Horio y tengo dos años de experiencia en natación – dijo el chico con
orgullo –
-
¿Nos
vamos ya? – Ryoma había retomado el curso de repente –
-
Echizen…
espérame – realmente a ella no le gustaba que el hiciera eso cada vez que
estuviera hablando con alguien pero prefirió no quejarse –
Ryoma se fue mas temprano que la vez pasada,
pero a Akari no le importo, pues así podría dormir mas temprano y por ende
despertarse mas temprano.
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