jueves, 22 de agosto de 2013

Capitulo 11: Entrenamiento

Los días pasaban, y el equipo de Tezuka no daba señales de vida. A pesar de esto, tanto Akari como Ryoma retomaron sus días normales. Pasaban gran parte del día aventurando en busca de pistas para que Akari recordara quien era, pero nada. Al final de día al menos llegaban con una gran variedad de objetos como bayas, semillas entre otros. Akari volvió a usar la ropa prestaba por parte de la madre de Ryoma a la cual empezó a visitar a menudo. Con el paso de los días distintos grupos de rescatadores fueron a la caverna magma en ayuda del equipo de Tezuka, pero ninguno conseguía llegar al final, era un lugar muy duro para muchos. Sin embargo Akari y Ryoma tendrían que aguantar un desafío antes de ir a ayudarlos. Encargados por el padre de Ryoma, Nanjiroh, se dirigieron al noreste del pueblo a un lugar conocido como el bosque alboroto, tenían que ir a buscar castañas. Aunque Ryoma se rehúso en un principio terminaron yendo de todas formas:
-         Ryoma, ¿a tu papá le gustan las castañas? – le pregunto Akari al ver que este insistió tanto en que fueran –
-         No tengo idea… - murmuro el muchacho molesto –
-         Co-comprendo… bueno, al menos podremos practicar – le dijo la chica intentando ver el lado bueno –
-         Eso es lo que me preocupa… - dijo Ryoma aun molesto –
-         … bueno… -  pensó que seria mejor no molestar a Ryoma mas de lo que ya estaba así que no pregunto nada mas –
A Ryoma le preocupaba las verdaderas intenciones que tenia su padre al mandarlos allí, no podía ser solo por buscar unas simples castañas. Claro, había un truco una vez adentro ya no pudieron devolverse, era uno de los peores laberintos a los que habían ido no solo por el hecho de la cantidad de árboles que había sino que también porque también había una gran cantidad de insectos que emitían un sonido que los dejaba completamente mareados. Les costo mucho combatir pues si fallaban podían llegar a herir al otro:
 - “No puedo atacar así… debe haber algo que pueda hacer” – Akari estaba completamente confundida que ni siquiera podía caminar en línea recta y tampoco podía salir de ese estado porque habían demasiados insectos emitiendo ruidos –
Solo pudieron defenderse, pues a parte de ser así de molestos, tenían una dura coraza haciéndolos aun mas difíciles de exterminar. Finalmente se vieron rodeados por esos insectos completamente confundidos en el suelo, hasta utilizar los objetos era peligroso. Después de haber sido golpeados una gran cantidad de veces por estos insectos tuvieron una idea.
-         Akari… ¿me escuchas? – le pregunto el muchacho levantándose un poco del suelo al ver que su compañera no se movía pero al oír eso movió su cabeza hacia a arriba –
-         Si… - respondió algo agotada la chica - … también se te ha ocurrido algo ¿verdad?
-         …Claro … - Ryoma saco de su pañuelo algo de algodón y le paso a Akari - … Nos vemos después aquí… - una vez dicho esto, ambos se pusieron el algodón y una vez pudieron calmar su mente comenzó el contraataque –
Ahora podían ver todo claro, a pesar de no oír nada mediante el movimiento de las hojas de los árboles podían ver la llegada de estos, pues la brisa era muy pequeña en comparación al aire que levantaban con el movimiento rápido de sus alas; También consiguieron analizarlos mejor pues quedaba un espacio descubierto entre cerca de sus alas.
Gracias a esto fue mucho mas sencillo avanzar entre los árboles, aunque no había señales de castañas. Ambos avanzaron lo mas que pudieron entre medio de aquel bosque, pero no encontraron nada, Ryoma pensó que todo esto solo había sido un mal chiste de su padre pero ya no podía hacer nada al respecto.
Todo iba de maravilla hasta que de repente cuando Ryoma estaba cerca del punto de encuentro apareció uno de sus insectos gigantes quien fácilmente embistió al chico arrastrándolo consigo hasta cerca de una cascada. Ryoma no conseguía defenderse pues el insecto era mas grande que el y por ello no podía acercarse a la espacio entre sus alas. Akari, quien ya había llegado al punto de encuentro al ver que su compañero no llegaba al punto de encuentro siguió el movimiento de los árboles yendo a dar donde se encontraba este y el gran insecto, ella grito su nombre pero el no le escucho pues no podía sacarse el algodón de los oídos o volverían a caer en estado de confusión, pero el insecto si lo hizo volteando atacarla, apenas se dio vuelta Ryoma intento atacarlo por atrás pero el insecto al darse cuenta volvió a voltear provocando que Ryoma impactara con su ala, Ryoma cayo dentro del agua mientras que el insecto cayo al suelo con el ala dañada. El muchacho había quedado inconsciente y sumergido en el agua, Akari aun pese a su estado de cansancio salto rápidamente dentro del agua en ayuda de su amigo:
 -    “Debo apurarme… hasta paso… Ryoma” – se sumergió hasta llegar a el y una     vez lo alcanzo salio a flote sujetándolo para que tuviera la cabeza afuera y pudiera respirar - … Vamos, Ryoma… despierta… - Se sentía cansada pero aun así intento llegar a la orilla lo mas rápido posible, además de estar tan desesperada que se le olvido que aun llegaban puesto el algodón - …Ryoma… vamos… reacciona…
Apenas ambos salieron la chica intento hacer reaccionar a su compañero pero cayo desmayada por el cansancio.
De repente, el insecto despertó y se levanto con sus patas dirigiéndose a los dos jóvenes que yacían inconscientes en el suelo. Sin embargo el insecto fue repentinamente partido a la mitad de un solo corte. de entre los árboles apareció el padre de Ryoma, Nanjiroh:
-         No recuerdo que hayan tantos insectos como estos… parece que han aumentado bastante desde la última vez – dijo Nanjiroh envainando su espada, de repente dirigió la mirada a los dos chicos – vaya, este no es lugar para estar durmiendo… los chicos de hoy –
Ryoma despertó primero que Akari, al ver a su alrededor se dio cuenta que estaba en su casa:
-         ¡Oh! Has despertado – le dijo Nanjiroh pelando una castaña –
-         ¿Eh?… - el chico se toco el oído al darse cuenta de que oía –
-         Han pensado bien para solo ser unos chavales – le dijo Nanjiroh señalándole el algodón que estaba sobre la mesa – Pero al final yo tuve que buscar las castañas, dios
-         ¿Qué fue lo que paso? – pregunto Ryoma pues solo recordaba hasta cuando se cayo – Yo… caí al agua… ¡Akari! ¿Dónde esta? – de repente recordó que ella estaba junto a el cuando lo ataco ese insecto –
-         No te preocupes pequeño – le dijo burlón su padre – esta en la otra habitación, ella esta bien, debo admitir que es fuerte, no se rindió hasta que te saco del agua
-         ¿Ella me saco…? – pregunto algo sorprendido Ryoma- ¿y que paso con el insecto?
-         Quedo mal de un ala cuando te estrellaste con el – le respondió Nanjiroh comiéndose la castaña –
-         … ¿Cuanto tiempo estuviste viéndonos? … - pregunto molesto Ryoma al no haber recibido ninguna ayuda de su parte –
-         Solo un rato, pues se demoraron demasiado solo para traer unas castañas – le respondió como si nada su padre – Además que yo fui quien los trajo después de haberse quedado dormidos… menudos niños
-         … Permiso – dijo el joven marchándose de la habitación y dirigiéndose a la de lado –
-         … Que rápido crecen los niños… - dijo riéndose en voz baja Nanjiroh una vez Ryoma se fue.
Cuando el chico llego a la habitación ella aun dormía, se sentó al lado a esperar a que se despertara, pasó un buen rato y no pasó nada, Akari aun dormía. Despacio acerco su mano al cabello de la chica y se puso a jugar con uno de sus rulos cerca de su cara, de repente Akari se quito la mano de Ryoma de encima despacio:
-         ¿Ya has despertado? – Le pregunto el chico al ver su reacción y el hecho de que aun no tenía los ojos abiertos. No hubo respuesta - ¿Cuánto tiempo mas pretende estar durmiendo? – se pregunto el chico en tono de queja –
-         …Ryoma… - murmuro la chica –
-         ¿Delira?... – Ryoma intento aguantar la risa pues le parecía de alguna manera gracioso - ¿Qué pasa?
-         … soy feliz… - aparentemente la chica si le escuchaba, es mas, aun mientras dormía mostraba una ligera sonrisa –
-         ¿Por qué?
-         …Porque… tu estas comigo… - a Ryoma le llegaron diversos recuerdos cuando Akari dijo eso, como el cuando se conocieron o durante su largo viaje de fugitivos entre otros tantos –
-         Yo también…  - murmuro el chico - … por eso, no importa donde o cuando sea… no dejaremos de ser equipo
-         …así es… - respondió Akari aun sin despertar –
Akari no despertó, mientras que Ryoma se cuestiono algunas cosas… ¿En que momento se había vuelto tan importante? Así como también ¿Qué haría cuando ella se vaya? Sin embargo apenas pensó en ello rápidamente rechazo esa idea, el era conciente de que Akari era feliz estando en esta época con todos ellos, pues ni siquiera recordaba que clase de vida llevaba. Todo estaba bien como estaba, eso era todo:
      - … yo… - de repente dijo la chica en un tono muy bajo aun durmiendo –
-         ¿Qué ocurre? – le pregunto Ryoma como si fuese una conversación normal –
-         … yo… quiero seguir aquí… - deliro ella aun con una sonrisa –
-         …Si, así esta bien… - le respondió el chico apoyando su espalda en la pared mirando el techo –
-         … gracias… - y eso fue lo ultimo que dijo la chica, después de eso hubo un silencio tan profundo que Ryoma volvió a dormirse -
Al día siguiente Akari se despertó producto de un terremoto, en ese momento ella recordó a Tezuka y su equipo. Aunque Akari que quería ir a ayudarlos lo mas pronto posible, Ryoma la convenció de que entrenaran antes de ir, y así lo hicieron. Pasaron la mayor cantidad de tiempo posible entrenando llegando a estar días completos centrados en ello. Inclusive Ryoma acepto que entrenaran junto Fujiko, lo que les fue realmente útil. Después de un arduo entrenamiento Fuji hablo con Akari antes de que se estos se marcharan:
-         ¿Y, ya has pensado como solucionar tu problema? – le pregunto Fuji –
-         … Supongo que seguir entrenando – le respondió la chica – Tengo que igualarlo de alguna forma
-         Esfuérzate – le dijo Fuji sonriendo –
-         … Fujiko-san… ¿Alguna vez has querido ser mas fuerte que alguna persona, o has tenido alguien que quieras superar en algún otro aspecto? – Lo único que Akari sabia de Fuji era que solía vivir en el pueblo pero por alguna razón se fue a entrenar a los montes –
-         Si, hay alguien – dijo aun sonriendo pero con una mirada mas seria – Se puede decir que tengo alguien al que quisiera superar en muchos aspectos… pero, al igual que tu, yo soy mi propio limite. No puedo hacerme la idea de que yo le gane, pero es algo que también quiero…
-         ¿Por qué? ¿Temes ganarle? – pregunto algo confundida ella –
-         Supongo, pues el ha sido lo que me ha motivado a seguir mejorando, pero… se que algún día me enfrentare a el… y podré sacar todo el potencial que he ganado con mi entrenamiento – respondió decidido Fuji –
-         “La persona a la que Fujiko-san quiere derrotar ha de ser una persona muy fuerte” – pensó Akari en base a lo que le acaba de contar Fuji – “Si el lo derrotara… Ya no seria lo mismo…”
-         ¿Qué ocurre? Te has quedado callada de repente… - le pregunto el al ver que Akari solo miraba el piso –
-         Me he decidido… - respondió la chica levantando la mirada con determinación – Buscare la forma de mejorar pero no dejare a Ryoma de lado… no se como hacerlo exactamente, pero de seguro encontrare la manera, y por sobretodo que el tome consideración de ello… si lo pienso bien, una de las razones por las que Ryoma siempre va adelante mío, es que el es lo suficientemente bueno para hacer las cosas solo. Me volveré mas fuerte, y hare que Ryoma sea conciente de mi potencial
-         Eso es bueno, será interesante – le dijo muchacho – Pero ¿Cómo planeas empezar?
-         … Bueno… “¡Eso es! ¡Iremos a salvar a Tezuka!” Ya tengo algo en mente – respondió sonriente la chica –
-         Estaré esperando a ver que es – le dijo dándole cierto animo a Akari –
-         ¡Claro! – le respondió alegre ella – Nos vemos Fujiko-san
-         Nos vemos – dijo asintiendo un poco la cabeza –
-         … ¿Ryoma? – pregunto Akari al no verlo cerca - … ¿Se ha ido solo? – miro a todos lados y de repente oyó que Fuji se río un poco - ¿Qué ocurre, Fujiko-san?
-         ¿Ah? No, no es nada – le respondió el aun con cara de risueño – Pero, creo que ya encontré a Ryoma –
-         ¿Eh? ¿Dónde? – se gano al lado de Fuji y lo vio, Ryoma estaba dormido debajo de uno de los árboles de mas allá - … Hum… ¿Cómo lo hace para dormirse así de rápido en cualquier lado?
Después de despertar a Ryoma, ambos se despidieron de Fuji y se marcharon de regreso a casa, camino hacia allá, Akari recordó lo que le dijo a Fuji que haría y prefirió por empezar por lo más básico, el ego. Por alguna razón, la mayoría de las personas que eran buenas en algo tenían un ego muy alto empezando por el mismo Ryoma, así que apenas pudiera lo intentaría, intentaría mostrar su ego. Era tarde cuando llegaron así que Ryoma solo acompaño a Akari hasta la base y después de eso se iba a ir a su casa:
-         ¡Ryoma! ¡Espera! – le grito Akari antes que este se marchara – Mañana… yo iré mañana
-         ¿Mañana? ¿A dónde? – le pregunto Ryoma sin entender a que se refería –
-         Ma-mañana iré a ayudar al equipo de Tezuka… así que… - tartamudeo la chica –
-         ¿Pretender ir sola? – le pregunto el de vuelta –
-         Di-digo… si tu quieres acompañarme… t-te permitiré que lo hagas – le dijo en el tono mas engreído que pudo y algo nerviosa –
-         … Todavía te falta mucho – le dijo dándose la vuelta para irse –
-         ¿Pe-pero iras? – le pregunto la chica antes de que empezara a retomar camino –
-         Mañana vendré por ti temprano, si no estas despierta entonces iré solo – le respondió el chico sin voltear a verla y retomando su camino – Hasta mañana

-         ¡Hasta mañana! – le dijo alegre la chica, ella ya se sentía preparada para ir así que se fue a dormir para mañana poder ir con todas las energías a salvar a Tezuka y compañía -

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